Accesibilidad instalaciones deportivas
http://athletgest.ibv.org/es/instalacion-deportiva-y-recursos-materiales/45-buenas-practicas-de-accesibilidad-en-las-instalaciones-deportivas.html
Un pabellón deportivo, gimnasio, estadio o instalación deportiva
cualquiera que tiene un uso público, forma parte de nuestra vida
diaria, por lo que cualquier persona debe poder acercarse, acceder y
desenvolverse en ellos sin ninguna dificultad. La accesibilidad
integral es un requisito fundamental para que las personas con
discapacidad puedan disfrutar de las instalaciones deportivas.
La accesibilidad integral de un entorno o espacio urbano ha de
entenderse como una cadena de elementos que están interconectados y de
cuya accesibilidad por separado depende la del conjunto. Uno sólo de
esos elementos es capaz por sí solo de hacer inaccesible el conjunto.
Pongamos como ejemplo más claro el caso de un acceso no adecuado, éste
hace que la instalación o espacio independientemente de su diseño no
sea accesible integralmente.
Por esto las recomendaciones que se deben hacer relativas a
instalaciones deportivas o a cualquier otra tipología de edificación o
espacio urbano hay que hacerlas desde un punto de vista global y
garantizar el acceso, uso y salida en condiciones de seguridad,
comodidad e igualdad por todos los usuarios.
Para que esto sea así vamos a definir de un modo general los
principales puntos a observar para garantizar la accesibilidad integral
de una instalación deportiva, siendo conscientes de que cada
instalación tendrá sus particularidades a las que habrá que prestar
atención. La norma DALCO (UNE 170001-1:2001) permite utilizar una serie
de criterios relacionados con la Deambulación, Aprehensión,
Localización y Comunicación para la revisión de la accesibilidad de las
instalaciones deportivas.
Itinerario Exterior
Para que una instalación deportiva sea accesible hemos de ser
capaces de llegar hasta ella. Para que esto ocurra debe estar
comunicada con una red de transportes accesibles, tanto públicos como
privados que lleguen hasta las inmediaciones del recinto. Además deberá
contar con una reserva de aparcamiento adaptado adecuada al tamaño de
la instalación. Debe ser, como mínimo, de 1 por cada 40 ó 50 plazas o
fracción (según comunidad autónoma) de las que dispone el área de
aparcamiento.
Hay que comprobar la accesibilidad de los itinerarios desde las
paradas de transporte público y las zonas de aparcamiento hasta la
puerta de entrada; así como la existencia de rebajes adecuados en las
aceras.
Las rutas hasta la instalación deben estar correctamente señalizadas
a través de señales y paneles informativos exteriores. Estas rutas
podrían comenzar en las paradas de transporte público y aparcamientos
más cercanos. En edificios de particular relevancia las rutas
señalizadas podrán comenzar en su entorno inmediato. Hay que mantener
la misma nomenclatura del edificio en la señalización a lo largo de
toda la ruta.
Cualquier información que deba aportarse sobre la instalación (por
ejemplo, horarios de apertura) deberá ser clara y perceptible por
cualquier usuario, para ello se instalará en tamaños de letra grandes y
de color contrastado con el fondo completándolo con elementos táctiles
(por ejemplo en Braille o sobrerelieve). La ubicación de la
información deberá realizarse en lugares adecuados y a unas alturas
adecuadas al tamaño de letra.
Accesibilidad integral
Zona de aparcamiento adaptado
Falta de accesibilidad del itinerario exterior hasta la instalación
Información clara y perceptible
Acceso a la Instalación
La entrada principal será accesible. En caso de que para conseguirlo
sea necesaria la construcción o instalación de una rampa, es
conveniente que existan escalones como medio alternativo de subida. Las
rampas no deben superar el valor de 6% de pendiente.
Las puertas de entrada deben ser accesibles en cuanto a sus
dimensiones, garantizando una apertura mínima de 1,20 m. Además las
puertas serán de colores que contrasten con su entorno inmediato, no
producirán brillos que puedan deslumbrar al aproximarse a ellas y los
tiradores o mecanismos de apertura deberán contrastar con la hoja.
También es recomendable la posibilidad de instalar puertas de apertura
automática con bordes correctamente señalizados. A ambos lados de la
puerta debe existir un espacio libre al mismo nivel (en ningún caso
menor de 1,50 m de diámetro) que aporte un adecuado espacio para la
maniobra de personas con movilidad reducida. Hay que contrastar
aquellos elementos que puedan significar un obstáculo en la entrada,
como por ejemplo columnas. Es recomendable colocar timbres e
interfonos.
Entrada principal accesible
Vestíbulo y recepción
Las dimensiones del vestíbulo deben permitir la deambulación de una
persona con movilidad reducida (en ningún caso menor de 1,50 m de
diámetro). El pavimento cumplirá con los requerimientos de
resbaladicidad contenidos en el Código Técnico de la Edificación
(Ver CTE. Sección SU 1.Seguridad frente al riesgo de caídas.1 Resbaladicidad de los suelos).
Las áreas y mostradores de recepción, deben ser accesibles. Es
recomendable disponer de varias alturas de mostrador (1´10 y 0´ 80 m) y
espacio inferior libre para permitir la aproximación de usuarios de
silla de ruedas.
- Características del área de recepción:
- La iluminación sobre el mostrador deberá alcanzar los 500
lux. La iluminación y el contraste han de ser suficientes para
que el mostrador pueda ser detectado con facilidad por personas
con limitaciones visuales.
- No debe haber mamparas de cristal ya que disminuyen la audición y crean dificultades por reflejos.
- Si existe intercomunicador debe dotarse de bucle magnético y
con la instalación conmutada con la anterior de altavoz
convencional y amplificador. Bucles magnéticos para usuarios de
prótesis auditivas (audífono e implante coclear)
- Las indicaciones o señales acústicas se acompañarán siempre con señales visuales equivalentes.
- Al menos una parte del mostrador tendrá las siguientes dimensiones mínimas recomendadas:
- Altura accesible en mostradores 72 ~ 80 cm
- Altura mínima bajo mesa o mostrador > 72 cm
- Profundidad libre a nivel de rodillas > 60 cm
- Profundidad libre a nivel de pies > 75 cm
- Anchura mínima debajo del mostrador > 86 cm
Las señales y paneles informativos interiores deben ser claramente
perceptibles por cualquier persona. Se debe tener en cuenta a los
discapacitados visuales y contar con señales táctiles. Se debe evaluar
la iluminación general que cumplirá con los requerimientos de alumbrado
normal contenidos en el Código Técnico de la Edificación
(Ver CTE. Sección SU 4. Seguridad frente al riesgo causado por iluminación inadecuada. 1 Alumbrado normal en zonas de circulación).Se
tendrán también en cuenta los colores y contraste entre paredes, suelo
y puertas para evitar reflejos y mejorar la percepción visual, en
especial de quienes poseen dificultades en la visión. Puede ser
necesario instalar sistemas de bucles magnéticos para usuarios de
prótesis auditivas (audífono e implante coclear) y de amplificación del
sonido.
Es importante que el personal de plantilla disponga de unas pautas
elementales sobre cómo dirigirse a las personas con diferentes
limitaciones en la actividad, así como que tenga conocimiento mínimo de
lengua de signos o que existan intérpretes de lengua de signos.
Mostrador de recepción
Deambulación por la instalación
El diseño de las instalaciones debe garantizar la movilidad
interior. Para ello, todas las áreas deportivas interiores y exteriores
(salas de musculación, pistas de tenis, baloncesto, frontón, etc.) y
los equipos accesibles estarán conectados a través de itinerarios
accesibles y señalizados correctamente.
Los pavimentos deben ser antideslizantes y uniformes. La iluminación
debe ser uniforme evitándola generación de brillos y deslumbramientos.
Se cumplirán los requerimientos de resbaladicidad y de alumbrado
contenidos en el Código Técnico de la Edificación
(Ver CTE.
Sección SU 1.Seguridad frente al riesgo de caídas. 1 Resbaladicidad de
los suelos. 2. Discontinuidades del pavimento Sección Y SU 4. Seguridad frente al riesgo causado por iluminación inadecuada. 1 Alumbrado normal en zonas de circulación).
La entrada a las pistas debe permitir el acceso a personas con
movilidad reducida y el pavimento debe ser antideslizante en seco y en
mojado. Las pistas deberán contar con sistemas de megafonía.
Si existen graderíos para espectadores, hay que reservar plazas para
usuarios de sillas de ruedas y dichas plazas deben ubicarse cerca de
los baños adaptados. Se recomienda reservar una plaza por cada 200
espectadores.
Puertas
Reserva de plazas en gradas
Espacios Deportivos Accesibles
En este apartado nos centraremos en las piscinas, ya que por sus
características resultan espacios deportivos a los que hay que prestar
especial atención a los accesos a los vasos para lograr que sean
accesibles.
El resto de espacios deportivos convencionales hacen más fácil su
acceso pudiéndose considerar incluidos en los itinerarios de los que
hablamos a lo largo del manual. Se debe tener en cuenta que para la
práctica de algunos deportes adaptados, o específicos de personas con
discapacidad, es necesario dotar a la instalación de un equipamiento
deportivo específico.
Piscinas
La natación es fácilmente la forma de deporte y esparcimiento más
popular entre casi todas las categorías de personas con cualquier tipo
de discapacidad y ha demostrado poseer cualidades para la
rehabilitación.
Cualquier persona debe poder acceder a una piscina con igualdad de
oportunidades y sin necesidad de ayudas externas, por ello, en el
proyecto de una piscina, sobre todo en las públicas, es requisito
indispensable la eliminación de las barreras arquitectónicas para
discapacitados. Esto hace indispensable que se deba tener en cuenta la
normativa vigente en esta materia.
Respecto a las personas con discapacidad sensorial, concretamente a
las que tienen una visibilidad reducida o nula, es recomendable el
diseño de piscinas rectangulares. Las escaleras deben colocarse en las
esquinas y en la zona del entorno del vaso utilizar un pavimento
diferencial que con el tacto le avise de que se está acercando al vaso,
por ejemplo mediante revestimiento plástico y parquet.
Hay que tener en cuenta que para que una piscina sea accesible,
además de los itinerarios exteriores e interiores, los baños y las
duchas, y demás aspectos o zonas de tránsito, debe ser accesible la
entrada al vaso y la salida del mismo. Para ello existen ayudas
técnicas que facilitan la acción a las personas con movilidad reducida.
A continuación se exponen algunos ejemplos:
-
Escaleras adaptadas:
Estas escaleras facilitarán el acceso a la piscina de buen número de
personas con movilidad reducida que no precisen utilizar silla de
ruedas; las dimensiones recomendadas de los peldaños son 0,30 m. de
huella mínima y 16 m. de tabica máxima. Estarán dotadas de doble
pasamanos prolongado, de forma redondeada en arranque y fin de escalera.
-
Rampas de acceso: La
construcción de rampas de acceso a la zona de menor profundidad de la
piscina es una alternativa segura y conveniente, siempre que haya
disponibilidad de espacio. La rampa puede ser utilizada por niños,
ancianos y otras personas con movilidad reducida. La pendiente de la
rampa no habrá de superar el 8% y estará provista de pasamanos a ambos
lados. La rampa tendrá una superficie no deslizante y no abrasiva,
recomendándose una anchura mínima de 0,90 m. Para la utilización de
estas rampas es conveniente poner a disposición de los bañistas sillas
de ruedas de ducha, que pueden sumergirse totalmente sin que por ello
se deterioren.
-
Rampas escalonadas:
Otra posible alternativa consiste en instalar una rampa escalonada, que
facilita la entrada y salida de la piscina de forma autónoma a
bañistas en silla de ruedas.
-
Grúas o elevadores:
Pueden utilizarse dispositivos elevadores, de tipo manual o hidráulico,
para posibilitar la entrada y salida de la piscina a personas usuarias
de silla de ruedas.
-
Plataformas elevadoras:
Otra posibilidad consiste en la utilización de plataformas elevadoras
de recorrido vertical, aptas para funcionar bajo el agua.
Por último es conveniente recordar que los bordes de las piscinas y de su equipamiento deben estar redondeados.
La Práctica del Deporte
Debemos tener en cuenta que existe gran cantidad de publicaciones
específicas sobre deportes adaptados. Aquí se exponen de forma resumida
algunos ejemplos a tener en cuenta. Para ampliar este apartado
recomendamos recurrir a la bibliografía existente.
Hay que contar con diferentes tipos de equipamiento deportivo que
pueda ser utilizado por personas con diferentes niveles de aptitud
física.
El personal que dirija los ejercicios debe formarse en la
discapacidad del usuario. Debe saber atender a las personas con
limitaciones específicas en su actividad, así como a sus necesidades
concretas. Para ello debe utilizar cuantas opciones de ejercicios estén
disponibles y ser creativo respecto al equipamiento a utilizar de tal
forma que el usuario se sienta cómodo con su aptitud física.
Cada deporte puede requerir ciertas adaptaciones concretas en las
instalaciones, o la utilización de sillas de ruedas especiales o
dispositivos específicos para ajustarse a las características de los
usuarios. Por ejemplo:
-
Bádminton: Altura de la red
-
Natación: Adaptación piscina
-
Fútbol sala:
-
Reducción dimensiones de pista.
-
Colocación de vallas laterales.
-
Sistema de guía
-
Pelota sonora (2kg)
-
Voleibol sentado: Reducción del tamaño de la pista y altura de la red.
Hay que permitir que los perros de asistencia esperen a sus dueños a
pie de pista, en los vestuarios, etc., mientras éstos desarrollan la
práctica deportiva o utilizan otras dependencias de las instalaciones
como los aseos, la sauna, etc.
En aquellos deportes en que los banquillos se encuentren a pie de
campo deberían existir espacios para jugadores en silla de ruedas.
Al menos uno de cada tipo de aparato de musculación o entrenamiento
deberá ser utilizable por personas con movilidad reducida. Para la
práctica con estos aparatos se deberá disponer de un espacio libre
mínimo de 80 cm de ancho por 1,22 m de largo. La distancia mínima de
los aparatos a los paramentos verticales será de 91 cm de ancho por
1,22 m de largo. Dicho espacio debe permitir la transferencia entre una
silla de ruedas y el aparato, o usar el aparato desde la propia silla.
Si dos aparatos están al lado, en paralelo, el espacio libre puede ser
compartido.
Vestuarios y Cuartos de Baño
Los espacios higienicosanitarios adecuados a la instalación son
imprescindibles para la adecuada accesibilidad de cualquier instalación
deportiva.
Los vestuarios juegan un papel importante para el
desarrollo de actividades deportivas. Las actividades de cambio de ropa
o preparación para el desarrollo del deporte suelen suponer momentos
adecuados para contribuir al establecimiento y mantenimiento de redes
sociales interpersonales.
Los vestuarios constituyen un elemento incorporado a la instalación,
por lo que la accesibilidad al vestuario deberá comprender la
accesibilidad al edificio y la movilidad interior hasta llegar a los
vestuarios.
Para poder acceder al vestuario es necesario que exista un
itinerario accesible hasta el mismo desde las áreas de acceso y
diversas instalaciones deportivas, así como desde las saunas, duchas y
aseos. Las puertas con anchura mínima de 90 cm y altura de 2,20 m
facilitan la accesibilidad de todo tipo de usuarios. Resulta
conveniente proteger la parte inferior de las puertas de los golpes
mediante un zócalo de una altura mínima de 40 cm.
Es recomendable disponer de desagües enrasados con el suelo, con
rejillas adecuadas para evitar atrapamientos de las ruedas de las
sillas o de los bastones.
La superficie dedicada a vestuarios
dependerá del número de personas que se prevean en las instalaciones en
hora punta. Los vestuarios podrán ser individuales o colectivos. Los
individuales deben medir al menos 1,50 m x 1,80 m, y debe contar con un
asiento abatible (si es posible regulable en altura), barras de apoyo
abatibles, espejo y percha situada en la zona de alcance. La puerta de
entrada al vestuario no debe interferir en el espacio libre de
maniobra. Al menos el 5% de los vestuarios individuales debe ser
accesible.
En los vestuarios colectivos pueden instalarse cabinas individuales
de unas dimensiones mínimas de 1,85 por 1,70 m, que pueden estar
cerradas con cortinas, lonas u otros tejidos. Dentro del vestuario
existirá un espacio mínimo de paso de 90 cm con lugares de giro de 1,50
m de diámetro, como máximo cada 10 m. La anchura mínima frontal entre
asientos debe ser de 1,80 m.
Es conveniente también proveer a las instalaciones deportivas donde
los vestuarios estén diferenciados por sexos, con alguna cabina
familiar accesible o pequeño vestuario con entrada diferenciada para
las personas con movilidad reducida que accedan a la instalación en
compañía de una persona de distinto sexo o familiares.
Las puertas
de los vestuarios individuales y de las cabinas de los vestuarios
colectivos deberían contar con un espacio inferior abierto y cerrojos
con señales de libre u ocupado para conocer la disponibilidad del mismo
y desbloqueables desde el exterior.
Al lado de bancos y perchas debe existir un espacio libre que
permita a las personas con movilidad reducida o silla de ruedas
realizar una aproximación paralela al borde lateral del banco. Los
bancos serán estables y de color contrastado. Deben colocarse perchas
de color contrastado con los paramentos verticales a diferentes alturas
(1,40 m y 1,10 m, para personas en silla de ruedas o talla baja). El
acercamiento a las perchas debe estar libre de obstáculos.
Las taquillas se recomienda que sean fácilmente alcanzables por una
persona en posición sentada. Para ello han de colocarse a una altura
máxima de 1,22 m sobre una bancada de 30 cm. Las taquillas deben
disponer de pestillos y tiradores fácilmente manejables. Las taquillas
deberían ser de color diferente en cada una de sus filas y deberían
coincidir con el color del llavero que se entrega. Cada una de las
taquillas estará correctamente rotulada en macro caracteres
contrastados en relieve y en braille. La numeración deberá situarse
encima de la cerradura para facilitar su localización táctil.
La medida mínima de los espejos que se localicen en el vestuario
debe ser de 46 cm de ancho por 137 cm de alto y colocado de tal forma
que tanto una persona sentada en el banco como una persona de pie
puedan verse en él.
El baño es un espacio para la higiene, vital e
imprescindible en cualquier edificio público o privado, donde además de
las funciones fisiológicas se realizan otras actividades que tienen que
ver con el cuerpo y sus cuidados. Estos espacios deben permitir el
acceso, la movilidad interior y el uso del mismo a todas las personas
que puedan utilizar el edificio o espacio donde se encuentran,
incluidas las personas con discapacidad. Si en las dependencias sólo
existe un baño o aseo, éste deberá ser accesible para todos los
posibles usuarios. Si existen varios baños o aseos, al menos uno deberá
ser utilizable por personas con cualquier tipo de discapacidad. El
aseo y el baño accesible se identificará (señalizará) con el símbolo
internacional de Accesibilidad.
La puerta del aseo dispondrá de un cerrojo que permita conocer de la
disponibilidad del baño desde el exterior. El herraje de apertura de
la puerta será de fácil accionamiento y manipulación, la muletilla de
cancela de la puerta será desbloqueable desde el exterior y su diseño y
tamaño permitirá su utilización a las personas con problemas de
movilidad en las manos. La apertura de la puerta será preferiblemente
hacia el exterior o se instalará una puerta corredera.
Las dimensiones interiores del aseo o baño permitirán la inscripción
de un círculo de 1,50 m de diámetro libre de obstáculos y fuera de la
confluencia del barrido de la puerta. Esto permitirá a una persona
usuaria de silla de ruedas o de bastones moverse de forma cómoda y
segura.
El pavimento será no deslizante tanto en seco como en mojado
(Ver CTE. Sección SU 1.Seguridad frente al riesgo de caídas.1 Resbaladicidad de los suelos).
El color del pavimento contrastará con el de los paramentos
verticales. El revestimiento de los paramentos carecerá de brillo que
produzca reflejos.
Los interruptores serán del tipo de presión, de gran superficie,
evitándose los de giro o palanca, los mecanismos se diferenciarán
cromáticamente de la superficie donde se sitúen.
Los aspectos de seguridad en baños y aseos son muy importantes. Se
debería contar con un sistema de alarma visual y acústica en su
interior que permita su utilización por todos los usuarios.
El
plato de la ducha, que deberá tener unas dimensiones de 135x135 cm o
235x235 si se necesita la intervención de asistentes, no debe tener
bordes para posibilitar el acceso con silla de ruedas de baño. El suelo
debe impermeabilizarse con pendientes de desagüe de un 2%
aproximadamente, pero sin dejar resaltes. La rejilla o sumidero debe
tener orificios menores a 2 cm. La grifería debe ser alcanzable desde
una posición sentada y desde el exterior del recinto de la ducha. Deberá
estar dotada de asiento abatible o no fijo. La profundidad del asiento
debe permitir el lavado de la espalda. Existen sillas de ruedas para
ducha y también sin ruedas que hacen más cómoda y segura la higiene.
Cuando existan saunas estas deben ser accesibles. La puerta debe
medir como mínimo 90 cm de ancho y el resalto debe permitir el acceso a
una persona en silla de ruedas. El interior de la sauna debe contar
con bancos accesibles y con espacio suficiente para el giro de la silla
de ruedas. Las puertas no deben interferir en el espacio libre.
Deberán contar con un avisador sonoro y visual que alerte en caso de
emergencia.
Cuartos de baño accesibles
Vestuarios y duchas
Mantenimiento
Todos los esfuerzos realizados en aplicar las medidas comentadas en
materia de accesibilidad, tanto para instalaciones de nueva planta como
reforma, quedan estériles si el mantenimiento que se realiza no es el
adecuado.
La finalidad de las acciones de mantenimiento es preservar el nivel
de accesibilidad así como la de detectar puntos negros que, sin haber
sido identificados inicialmente, pueden servir para potenciar más
todavía este nivel, para ello se ha desarrollado un
test de control o lista de comprobación que permite identificar las carencias de accesibilidad de la instalación (
test de control en Anexos).
Todo ello mediante la comprobación de las características funcionales
de los diferentes elementos que permitirá que los usuarios puedan
disfrutar plenamente de la oferta del recinto evitando que puedan
sufrir sobreesfuerzos, golpes, comunicación difusa, etc., fuera de las
condiciones normales de uso.
Dicha labor de mantenimiento recogerá las tareas de revisión e
inspección, limpieza, sustituciones, reposiciones y reparaciones. Estas
tareas se ejecutarán con la periodicidad adecuada. Es, por lo tanto,
necesario y adecuado disponer de un plan de mantenimiento de las
instalaciones en el que se contemple el mantenimiento de los diferentes
elementos desde criterios de accesibilidad.
A continuación se presentan a modo de ejemplo una serie de acciones o
procedimientos a tener en cuenta para preservar de manera adecuada
algunos elementos de la instalación. Éstos y muchos más vienen
recogidos en la herramienta
test de control:
Las puertas deben ser objeto de mantenimiento en función de su tipología:
-
Puerta abatible
Asegurar que las manillas, tiradores y pestillos presentan las
mismas condiciones funcionales iniciales. Comprobando que no ha
aumentado la fuerza necesaria para su accionamiento, y que posee las
mismas características de agarre.
-
Puerta automática:
Comprobar que su accionamiento se realiza en un tiempo y espacio
correcto y que no se producen variaciones. Además de que su deterioro
no pueda suponer ningún riesgo para la seguridad de las personas.
Señalética: Asegurar que los elementos indicativos no han perdido
legibilidad, por suciedad o por su deterioro (por ejemplo con el
desprendimiento de alguna letra). Comprobar que no suponen ningún
obstáculo en el itinerario contemplado, porque hayan podido ser
desplazados o porque se hayan caído.
Pavimento: Asegurar que se conservan sus características iniciales, y
que no existe ningún tipo de desgaste o rotura que pueda suponer un
obstáculo o peligro para las personas, como por ejemplo modificación de
la fricción, adecuación de los escalones, etc.
En caso de que se hayan de realizar modificaciones por parte de
agentes externos se han de asegurar unos plazos de realización
razonables.
Para Saber Más